“Todo está en calma. Fuera la tormenta ruge y los perros enroscan sus hocicos bajo la cola.

Duerme mi niña con tu pancita repleta, no dejaré que los ishigaq te lleven.

Pronto llegará la primavera, los caribús volverán del bosque y podrás correr por los campos.

Acerca tu carita y déjame sentirte, mañana saldrá el sol y será un gran día”